Las tuberías de plástico comenzaron a utilizarse con cierta difusión en los años 50 del pasado siglo y, desde entonces, la extensión de su uso ha sido constante. No solo en la minería, la agricultura o la industria, que supieron ver rápidamente las ventajas que podía obtener de los termoplásticos, sino en usos domésticos y en la oferta de servicios públicos.

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Alcantarillado, sistemas de saneamiento y otras instalaciones en edificios y sistemas contra incendios son usos cotidianos, con los que convivimos cada día.

El PVC y el Polietileno (PE)

Aunque no son los únicos, hay dos materiales que se han convertido en los más usados para canalizaciones plásticas; el policloruro de vinilo (PVC ) y el polietileno (PE).

La evolución de la pujante industria de los plásticos ha logrado la fabricación de materiales evolucionados a partir del PVC y el PE, como el policloruro de vinilo clorado (CPVC), que es capaz de soportar las altas temperaturas en el transporte del agua que no aguantaría el PVC tradicional.

Por otra parte, el polietileno reticulado (PEX) es capaz de trasladar agua a temperaturas aún más elevadas (hasta 95ºC y 4 bares de presión), por lo que suele ser el material preferido para ser usado con calderas y sistemas de calentamiento que emplean el agua.

Pex

El polietileno de alta densidad (PEAD) es otra evolución del PE, muy utilizado y recomendado para la canalización de agua potable.

Tanto el PVC como el PE, en todas sus variantes, han ido sustituyendo poco a poco, y aún hoy en día lo siguen haciendo, a las tuberías tradicionales de metal, ya sean de acero galvanizado, acero inoxidable o cobre. Su resistencia a la abrasión es una ventaja que juega a su favor. Pero hay otras:

Ventajas de las tuberías de PE

  • Soportan la corrosión y no se oxidan.
  • Gran durabilidad (se estima alrededor de los 50 años).
  • Transporte sencillo por su escaso peso.
  • Alta flexibilidad, lo que evita averías y roturas.
  • Bajo coste de mantenimiento.
  • Son respetuosas con el medioambiente.
  • Suministrable en grandes longitudes
  • Admite varias sistemas de soldadura.
  • Baja pérdida de carga y no adquiere incrustaciones.
  • Baja rugosidad y buen comportamiento hidráulico.
  • Seguridad sanitaria.

Instalación y renovación sin zanja

Tanto la instalación como el mantenimiento y la renovación de las tuberías plásticas pueden realizarse desde la superficie gracias a la tecnología sin zanja, llamada también ‘NO-DIG’ o TT (Trenchless Technologies) en inglés.

Tecnologia-Sin-Zanja

Gracias a ellas se pueden evitar las molestias comunes en este tipo de intervenciones, desde los cortes de tráfico y el cierre de calles hasta la interrupción de servicios públicos básicos. Por un coste menor y con la necesidad de un menor número de operarios para llevarla a cabo que en el caso de las excavaciones tradicionales, la tecnología sin zanja es más respetuosa con el medio ambiente y genera menos suciedad y escombros.

Existen varias técnicas sin zanja:

Entubado Simple Se emplea tanto en tubos de PE como en tubos de polipropileno (PP), ya sea para aplicaciones con presión o sin ella.

Entubado Ajustado Con tubos de PE para aplicaciones con y sin presión. El entubado ajustado puede ser reducido en fábrica y puede llevarse también a cabo con tubos de PVC.

Entubado con Tubos Discretos Con tubos de PE, PP o PVC para aplicaciones sin presión.

Perforación Dirigida Se realiza con tuberías de polietileno (PE) hasta 1200 mm de diámetro, en ocasiones más. Permite realizar cruces a distintas profundidades.

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