Las instalaciones de saneamiento son las dedicadas a recoger las aguas residuales, transportarlas mediante canalizaciones, bombeos y otros procedimientos, depurarlas y verterlas para hacerlas retornar al medio natural.
Aguas residuales domésticas, residuales industriales, freáticas y pluviales son transportadas por tuberías que son sometidas a un exigente esfuerzo.
En comparación con las tuberías de otros materiales, como el hormigón, las tuberías plásticas ofrecen una serie de ventajas en aplicaciones de saneamiento que queremos destacar.
¿Que ventajas ofrecen las tuberías plásticas?
Estanqueidad de las Uniones
Es el principal parámetro por el que nos guiamos cuando analizamos el rendimiento de estas conducciones para el saneamiento. El cumplimiento de la normativa UNE-EN 13476 garantiza que superan el ensayo de ‘Estanquidad de las uniones con junta de estanquidad elastomérica’.
Los ensayos de estanquidad con aplastamiento y desviación angular demuestran que cuentan con las mejores garantías.
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Comportamiento ante la Abrasión
La presencia de elementos abrasivos sólidos y de otros como arenas en las aguas pluviales y residuales obliga a que las conducciones superen con holgura este fenómeno. La Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania) emplea un método con el que se puede averiguar la resistencia a la abrasión.
NOTA: Para ello, un tubo de 1 metro de longitud sufre 400.000 ciclos de agua, arena y grava, tras lo cual se cuantifica la pérdida del espesor de pared que ha sufrido la tubería. Los resultados señalan que el hormigón ‘adelgaza’ entre 0,7 y 2,2 milímetros cada 100.000 ciclos, por los 0,1-0,2 milímetros del plástico.
Lisura Interna
Los tubos de hormigón y metales son mucho más rugosos que los de plástico, lo que implica adherencias e incrustaciones con el paso de tiempo, que terminan por reducir el diámetro de la conducción.
Las tuberías plásticas son capaces de hacer salir el mismo caudal con una rebaja del diámetro interior de los tubos. Con el mismo diámetro, un tubo de hormigón necesitará más pendiente para evacuar idéntico caudal de agua. .
Resistencia ante la Corrosión y los Efectos Químicos
Mientras que los materiales plásticos son inertes frente al efecto del sulfuro de hidrógeno o ácido sulfhídrico, los tubos de hormigón, fibrocemento y fundición resultan afectados por la corrosión que originan los sulfuros, puesto que tienen, en su composición, cemento.
Por otra parte, la resistencia química y biológica de los materiales plásticos está demostrada. Recogen esta información tanto el informe UNE 53389 IN como el Informe Técnico Internacional ISO/TR 10358. .
Menor Peso
Se estima que los tubos de plástico se pueden instalar cinco veces más rápido que los tubos de hormigón debido a su menor peso. La causa de ello es la menor densidad de los tubos de plástico.
Como consecuencia, se ahorra en maquinaria y en tiempo de manipulación. También se evita tener durante mucho tiempo la zanja abierta, con la consiguientes molestias ocasionadas.
Menor Coste
Todos los factores anteriormente mencionados, repercuten en un menor coste del empleo de tuberías plásticas.
Debido a la mayor resistencia a los agentes químicos, a la corrosión y a la abrasión, se alarga la durabilidad y se evitan las costosas reparaciones de averías. A todo ello se le suma la mayor ligereza, que permite ahorrar costes de transporte e instalación.
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