Desde hace muchos años, se está trabajando para conseguir un plan estratégico. Conseguir que ningún residuo plástico acabe en el vertedero para el año 2020 y desperdiciar de este modo su gran valor. Aumentar la eficiencia en toda la gestión de recursos es básico, tanto para la industria como para toda nuestra sociedad. Por este motivo, se está apostando por un reciclaje de garantías, de calidad y por la recuperación energética de todos los deshechos de materiales plásticos cuyo reciclaje ya no puede aportar ningún tipo de beneficio económico ni para el medioambiente. Según un estudio sobre los datos de gestión de residuos plásticos en 2012 en Europa, si se consiguiera aprovechar el valor de todos aquellos materiales plásticos que acaban en el vertedero, Europa se podría ahorrar más de 8.750 millones de euros al año en su factura energética. De estos millones, más de 1.000 es lo que lograría ahorrar España. 


